Visitar el Lago del Sol y la Luna es como estar en el país de las maravillas
La belleza del Lago del Sol y la Luna reside en los paisajes que presenta en las cuatro estaciones del año, diversa y cambiante. El Lago del Sol y la Luna se encuentra a 748 metros sobre el nivel del mar, por eso está rodeado por las montañas y es un lugar con mucha humedad. Cada vez que el monzón del noreste se presenta en la región, la masa de aire cálido y vapor choca contra la cumbre, se produce la cascada de nubes.
Los yates que van sobre el lago son rodeados por la niebla, como si fuesen cubiertos por unas capas de gasa blanca. Estar rodeado por la niebla es como estar dentro del país de las maravillas que visto de lejos es además una hermosa pintura paisajística.
El Lago del Sol y la Luna es uno de los puntos turísticos favoritos de los turistas y fotógrafos. En especial, durante el invierno, la vista panorámica del lago es espectacular. El paisaje de las nieblas no es un paisaje que se aprecia con frecuencia, sino que aparece solamente cuando hay una gran diferencia de temperaturas. Por eso, si el turista llega y ve que hay mucha niebla en el lago, no debe desepcionarse, porque después de media hora la niebla se dispersa y se podrá contemplar la belleza de este paisaje único.